
La sostenibilidad y la informática están reñidas. Las granjas de servidores -la espina dorsal de cada búsqueda en Internet y de cada correo electrónico enviado- consumen toneladas de recursos.
Si alguna vez te has preguntado cómo se ha fabricado tu dispositivo o dónde va a parar tu portátil cuando lo reciclas, entenderás la cantidad de energía que se gasta y los gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten. Aun así, hay formas de que tanto las empresas como los particulares puedan ser más sostenibles en lo que respecta a la informática. Echemos un vistazo.
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Cómo afecta la informática a los recursos
Todos somos vagamente conscientes de cómo la informática afecta a los recursos. En la oficina, los ordenadores de sobremesa, los portátiles y los servidores dependen de fuentes de energía constantes. Pero no se trata sólo del consumo de recursos: estos dispositivos son responsables de importantes emisiones de GEI. Esto es especialmente cierto al principio de la vida de un dispositivo, cuando se está construyendo. De hecho, el 81% de la energía que requiere un ordenador a lo largo de su vida útil se gasta durante la fase de construcción.
Sin embargo, una vez que la tecnología está en la oficina, el consumo de energía no se detiene. La mayoría de los dispositivos generan calor, especialmente los servidores, por lo que a menudo se requiere energía adicional para refrigerar los equipos informáticos.
Por qué son importantes las TI sostenibles
La sostenibilidad ya no es sólo una palabra de moda; es un modo de vida que el mundo tendrá que adoptar para frenar el cambio climático. La sostenibilidad se refiere a una serie de prácticas, como la reducción de nuestra dependencia de ciertas energías, la limitación de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio de nuestra forma de comprar o de desplazarnos.
Las empresas deben considerar la sostenibilidad como una toma de decisiones basada en la ética y la responsabilidad de su negocio, desde su huella ecológica hasta sus prácticas empresariales globales. Luego está el coste empresarial: sólo la energía que paga para hacer funcionar su infraestructura informática supone un porcentaje importante de sus gastos totales.
A pesar de depender de la tecnología, las empresas de sectores no tecnológicos tienden a ser más derrochadoras que las empresas tecnológicas. Esto se debe a que las empresas no tecnológicas pueden ser menos conscientes de la sostenibilidad que puede ofrecer una tecnología más inteligente y vanguardista.
Es importante que la promoción de su empresa por sus esfuerzos sostenibles no se traduzca en procesos empresariales más baratos, pero hacer lo correcto es cada vez más importante para los clientes, por lo que defender la ecología puede mejorar la imagen de su marca. Tenga en cuenta que la sostenibilidad no debe utilizarse simplemente como un espejismo de marketing, sino que las prácticas sostenibles deben incorporarse a sus procesos empresariales.
Formas en que las TI pueden ser ecológicas
La mayoría de las empresas han pensado poco en cómo reducir su impacto ambiental. Según Stanford, la energía que alimenta los puestos de trabajo individuales puede reducirse entre un 17 y un 74%. Incluso cuando apagamos y desenchufamos nuestros ordenadores y dispositivos, la tecnología está implicada en una enorme producción. Entonces, ¿qué podemos hacer?
He aquí las formas en las que las empresas y los departamentos pueden influir en la sostenibilidad de las TI:
Reubicar (y recolocar) los servidores. Aproveche al máximo el espacio de su centro de datos para minimizar los costes de refrigeración y energía. Si es realista, reubique sus servidores en climas más fríos para reducir en un 8% las emisiones de GEI.
Siga las mejores prácticas de los centros de datos, como por ejemplo:
- Aprovechar la refrigeración por aire exterior.
- Automatice los controles de luces, seguridad y refrigeración exterior.
- No refrigere en exceso; enfríe lo mínimo necesario.
- Separar los pasillos en función de las temperaturas calientes y frías.
- Aspirar a una efectividad en el uso de la energía (PUE) de 1,2 o menos.
- Desenchufe y elimine los servidores zombis, los últimos consumidores: servidores que están enchufados y consumen energía pero no están realizando ninguna tarea informática.
Migrar a la nube. La energía de la nube tiende a ser más eficiente debido a la economía de escala. (Aunque algunas investigaciones lo ponen en duda).
Utilizar sistemas informáticos de última generación. Los sistemas heredados pueden requerir más energía y su gran tamaño suele significar una salida de calor desmesurada, lo que requiere una refrigeración adicional. Herramientas como BMC Discovery pueden ayudarle a gestionar sus activos, incluyendo la liberación de los que ya no son útiles.
Promueva y adquiera ordenadores calificados por su eficiencia energética. Grupos como TCO Certified y Energy Star auditan y certifican fábricas y dispositivos por su eficiencia y prácticas sostenibles.
Ofrezca reembolsos o mayores presupuestos a los equipos que promuevan la sostenibilidad.
Algunos equipos y departamentos de su empresa pueden virtualizar o trabajar desde casa.
Deje que los equipos individuales determinen las soluciones más aplicables a sus necesidades. La investigación de Stanford indica que cuando los equipos pueden elegir sus opciones -en lugar de que se les imponga- verán un mayor ahorro de energía.
Formas en que los individuos promueven la TI verde
Por supuesto, las prácticas sostenibles no se dejan totalmente en manos de las empresas. Los particulares pueden reducir el gasto energético de sus dispositivos con estas buenas prácticas:
Poner los ordenadores en reposo. El reposo es el menor uso de energía (además de apagar y desenchufar). Por eso, configura los monitores para que se apaguen tras 15 minutos de inactividad y los discos duros incluso antes: 5 minutos de inactividad. Tu ordenador no debería estar despierto tras más de 30 minutos de actividad.
Cambia a las regletas de enchufes inteligentes. Estas regletas inteligentes reducen la energía vampírica que consumen los ordenadores, los televisores y los dispositivos periféricos.
Comparte impresoras. Ya sea en casa o en la oficina, considere con qué frecuencia son necesarias las impresoras. ¿Con quién se pueden compartir?
Trabaja a distancia. A no ser que tus desplazamientos diarios sean a pie (caminando o en bicicleta), intenta trabajar desde casa para reducir las emisiones de GEI asociadas a los desplazamientos.
¿Es posible el crecimiento verde?
Una creencia popular es que el crecimiento económico y la sostenibilidad son compatibles, una idea conocida como crecimiento verde. Muchos activistas del clima no están de acuerdo, y las investigaciones empiezan a demostrar que para que podamos proteger nuestro medio ambiente, uno de los tres pilares de la sostenibilidad, puede que tengamos que «liberarnos» del desarrollo económico. Esto no significa detener la actividad económica, pero sí reevaluar ciertas industrias y nuestras propias empresas y prácticas para asegurarnos de que no producimos ni consumimos más de lo que hacemos ahora. De hecho, una cadena de suministro de circuito cerrado puede ser la mejor manera de avanzar.
Fuente BMC: https://www.bmc.com/blogs/sustainable-it/